"Star Wars: The Rise of Skywalker". Daisy Ridley como Rey, personaje que duda si pertenece al Lado Oscuro o el Lado de la Luz. Fotos: Lucasfilm.
"Star Wars: The Rise of Skywalker". Daisy Ridley como Rey, personaje que duda si pertenece al Lado Oscuro o el Lado de la Luz. Fotos: Lucasfilm.
Redacción Luces

” no es una historia más de ciencia ficción. Es la infancia de millones de personas en el mundo. Todos recuerdan su primer acercamiento a esta saga, trátese de la sala de un cine que ya no existe, una transmisión dominical en televisión o, tal vez, en DVD. Puede que por ello la conclusión de esta historia haya levantado tanto polvo.

Dirigida por J.J. Abrams, “Star Wars: The Rise of Skywalker” tiene, al cierre de este artículo, un puntaje de 55% (de 100%) entre los críticos indexados por Rotten Tomatoes. La audiencia, por otro lado, la valora con un 86%. ¿Es una buena o mala película? Dos periodistas de El Comercio, que además son fans de este western espacial, colaboran con sus puntos de vista opuestos para este artículo.

A favor: “Sentí que se cerró una etapa de mi vida”

Terminé de ver El ascenso de Skywalker desconcertado. Pero entre lágrimas. Fue un final indigno para una historia que había empezado 42 años atrás, que como a millones, marcó mi vida. En estos años he coleccionando libros, muñecos, tazas y demás objetos - algunos inservibles- con que el señor Lucas y los dueños de Disney aumentaron su cuenta bancaria exponencialmente. Hasta llegué a tener una copia del Regreso del Jedi doblada por españoles (soplarse un “Venid Luke”, no es fácil). Pero lo hice con gusto. Por eso esperaba un final a la altura. Igual, terminé conmovido.

A pesar de una primera parte atropellada, editada con apuro, con situaciones que lindaron con el absurdo, algunas escenas que pudieron ser épicas y no terminaron por cuajar, sentí que se cerró una etapa de mi vida. Un momento feliz. Porque “Star Wars” ha sido eso: un momento feliz que duró 42 años, una válvula de escape, un espacio para soñar con caballeros andantes de sables láser, volar con la chatarra más veloz del universo, convertirte en héroe, vencer a los malos y hasta recordar con nostalgia al insufrible Jar Jar Binks.

“El ascenso de Skywalker” no ha sido el mejor final, lo reconozco, pero tiene una escena que, aunque puede ser la más predecible de la última trilogía, para mí vale todo: cuando Rey observa cómo empieza a morir el día en Tattoine y la música de John Williams nos avisa que no hay nada más que contar.

Daisy Ridley es Rey en "Star Wars: The Rise of Skywalker". Foto: Lucasfilm.
Daisy Ridley es Rey en "Star Wars: The Rise of Skywalker". Foto: Lucasfilm.

En contra: “Una película parchada con recursos obvios”

Me volví fan de “Star Wars” viendo las películas en “Función Estelar” (los más jóvenes no entenderán de qué hablo), con cortes comerciales y doblajes en una época sin cable. Incluso en esas circunstancias reconocía lo valioso de la saga. “The Rise of Skywalker” es una película parchada con recursos obvios. No es peor que “La amenaza fantasma”, pero tengo reparos para reconocer que es un buen final. Los fanáticos somos los seres más irracionales que existen, más que los hinchas de fútbol, por eso no deben hacernos caso nunca. Pero Abrams lo hizo.

Involucionar al personaje de Kylo Ren para que luego vuelva a evolucionar fue una pésima estrategia. Presentar dos personajes femeninos que hacen dúo con Finn y Poe parece más un recurso para disipar cualquier duda sobre su que una genuina necesidad narrativa. ¿De dónde vino? Hasta el beso de los hermanos Skywalker escapando en “Una nueva esperanza” fue más orgánico. Errores como esos hay varios en la película (el ingenuo regreso de Palpatine, el rescate final a lo “Avengers”, el hacer que Rey sea nieta de Palpatine solo por que sí, etc.).

“El despertar de la fuerza” planteó un nuevo comienzo con reminiscencias del pasado. “Los últimos jedis” quiso cambiar las reglas de juego tal vez de forma abrupta. “The Rise of Skywalker” no apostó por uno o lo otro. Quiso conciliar a todo el mundo. Y tal vez ese es su mayor error. No se debe hacer lo mejor para los fanáticos, se debe hacer lo mejor para la historia.

John Boyega es Finn en "Star Wars: The Rise of Skywalker". Foto: Lucasfilm.
John Boyega es Finn en "Star Wars: The Rise of Skywalker". Foto: Lucasfilm.

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