El valle de Spiti, ubicado en el remoto Trans-Himalaya, es uno de los lugares menos poblados de la India y hogar de varios animales salvajes raros y en peligro de extinción. Allí, para ver herbívoros salvajes como el íbice siberiano (Capra sibirica) es posible que tenga que caminar hasta los pastos de montaña a veces a 5000 metros (16 404 pies) de altura. Si quiere ver un leopardo de las nieves (Panthera uncia), es posible que tenga que rastrear rebaños de cabras azules del Himalaya (Pseudois nayaur) y esperar encontrar un leopardo que esté haciendo lo mismo. Si quiere ver un lobo del Himalaya (Canis lupus filchneri), bueno, buena suerte.
Pero para ver a un zorro rojo (Vulpes vulpes), solo debe ir a un pueblo y dar un paseo tranquilo después de la cena. Es probable que vea a un zorro hurgar en los basureros de la cocina: pequeños montones de restos de comida que usualmente se botan en el patio trasero.
Según los investigadores del Instituto de Vida Silvestre de la India (WII), incluso en este paisaje de vastos espacios abiertos, las personas y la vida silvestre no pueden evitar encontrarse. En un estudio reciente publicado en el Journal of Arid Environments, los investigadores analizaron la dieta de zorros rojos de cinco localidades en tres estados a través del Trans-Himalaya y una ubicación en el Parque Nacional Dachigam en Cachemira. En lugares cercanos a humanos, como el valle de Spiti, Ladakh y el pueblo de Chiktan en Kargil, entre el 30 y el 55 % de los alimentos que zorros rojos comieron provienen de fuentes humanas.
Los humanos en el Himalaya están inadvertidamente proveyendo una cantidad sustancial de comida a estos animales, incluyendo huesos de carne desechados, frutas, ganado muerto, cereales y cosas no comestibles como plástico, papel o caucho, que los investigadores eufemísticamente llamaron Materiales Humanos Derivados (HDM, por su sigla en inglés).
Este no es un fenómeno nuevo, ni está restringido a los zorros rojos.
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Consumidores cosmopolitas
Los científicos han señalado que los humanos han estado abasteciendo la dieta de los animales salvajes, ya que éramos cazadores recolectores que descartaban los restos de las matanzas. De hecho, se cree que el perro doméstico ha evolucionado a partir de un ancestro que se sintió atraído por los basureros del hombre prehistórico.
Las opciones solo han aumentado con el tiempo. Hoy en día, los animales salvajes pueden acceder a alimentos subsidiados desde los desechos de las cocinas de las comunidades, los basureros y los vertederos de las grandes ciudades, las capturas de pescado descartadas en las zonas costeras e incluso directamente cuando las personas le dan de comer a animales como los monos.Thomas Newsome, ecologista y profesor de la Universidad de Sydney, Australia, que ha estado estudiando las consecuencias de los subsidios alimentarios a carnívoros salvajes como los dingos (Canis lupus dingo), dijo que la mayoría de las especies que consumen desechos alimenticios son generalistas que no dependen de alimentos específicos.
Los zorros rojos son particularmente cosmopolitas en sus hábitos alimenticios. Esta especie que se encuentra en todo el hemisferio norte, come roedores, pájaros pequeños, huevos, lagartijas, insectos, frutas, bayas y carroña en las matanzas de otros animales.
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Comidas rápidas y fáciles
Por lo tanto, la transición de esta dieta versátil al buceo de contenedores en el Himalaya parece poco sorprendente. Pero, ¿cuál es la motivación? ¿En qué estaban pensando los animales?
“Estoy obteniendo comida, sin gastar demasiada energía”, dijo Bilal Habib, científico de WII y uno de los principales investigadores del estudio de zorro rojo.
Tal dieta puede ser beneficiosa para animales como el zorro rojo en el corto plazo. Los estudios demuestran que el aprovisionamiento aumenta el peso corporal de los animales, aumenta la fertilidad y mejora las posibilidades de aparearse y tener descendencia.
Una de las razones para esto es que los alimentos aprovisionados son típicamente “fuente de comida predecible, rica en calorías y fácilmente digerible”, dijo Asmita Sengupta, ecologista de Ashoka Trust for Research in Ecology and Environment (ATREE) en Bangalore, India, que estudia el efecto del aprovisionamiento de alimentos en los macacos Rhesus (Macaca mulatta) en la Reserva del Tigre Buxa en el estado oriental de Bengala Occidental.
Newsome agregó que una escasez en el suministro de alimentos naturales también podría conducir a los animales salvajes hacia los subsidios humanos. Pero los costos de tal comportamiento superan con creces los beneficios, dijeron los tres investigadores.
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Los peligros de la comida rápida
Incluso en los remotos Trans-Himalayas, los desechos que los humanos generan en la actualidad incluyen plásticos y medicinas que muy probablemente sean dañinos para los zorros rojos, señaló Habib.
Tal inmersión en un contenedor de basura también atrae a un competidor carnívoro más grande y más poderoso: el perro doméstico. En el 2015, los investigadores de los grupos de conservación Nature Conservation Foundation en India y Snow Leopard Trust en EE.UU., informaron que los zorros rojos y los perros a menudo se veían atraídos por las mismas comunidades y vertederos de basura en Spiti. La presencia de perros no pareció convencer a los zorros más pequeños, por lo general solitarios, de mantenerse alejados. Estos perros callejeros o salvajes que se mueven en manadas pueden atacar a los zorros y propagar enfermedades como el moquillo canino en los animales salvajes.
Incluso si no hubiera perros callejeros, Habib dijo que había otros problemas con los animales salvajes para acceder al desperdicio de alimentos.
“Espero que haya dos zorros rojos naturalmente alrededor de la comunidad, pero esta basura provee para cinco o seis [zorros]. Un amante de la vida silvestre puede pensar que esto es algo bueno, [pero] a la larga esto puede traer problemas a la especie”, dijo.
Newsome estuvo de acuerdo y agregó que el aprovisionamiento aumenta las posibilidades de conflictos con las personas. “El desperdicio de alimentos también actúa como un imán para la actividad de la vida silvestre, por lo que potencialmente puede atraer a los animales muy cerca de los humanos”, dijo Newsome, lo que llevó a ataques al ganado o incluso a personas en caso de grandes depredadores.
“Incluso las comunidades que son tolerantes con los animales salvajes en este momento pueden desarrollar una actitud negativa en tal caso”, agregó Habib.
Un aumento desproporcionado de animales salvajes como zorros rojos también podría afectar a otros animales en la naturaleza, a través de un fenómeno llamado hiperpredación, donde un aumento en el número de carnívoros debido a la basura provocaría un aumento simultáneo de ataques a especies de presas naturales como la pica de Royle (Ochotana roylei) en el caso de los zorros rojos. Pero la especie de presa no podría mantener el nivel de los números de los depredadores y eventualmente moriría. Sin presas naturales, los carnívoros dependerían aún más de los desechos.
Una versión ampliada de este informe de Bhanu Sridharan fue publicada en Mongabay Latam. Puedes leerla aquí.
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