Redacción EC

El pasado martes 8 una noticia marcaba un hito para la ciencia. La revista “Time” mostraba en su portada a Remo, un lobo blanco, convertido en el personaje principal de una noticia que parecía ser ciencia ficción. Remo, decía la nota, se trataría de un lobo terrible, una especie extinta hace más de 10 mil años que volvía a la vida gracias a la genética. La proeza fue realizada por la empresa Colossal Biosciences y consistió en utilizar el ADN antiguo de esta especie para “desextinguirla”.

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Sin embargo, pronto comenzaron a divulgarse algunas importantes precisiones. Los tres lobeznos llamados Romulus, Remus y Khaleesi no eran precisamente los lobos gigantes que aparecen en la serie “Juego de tronos” como se especuló al inicio. “Aunque los lobeznos Romulus, Remus y Khaleesi representan un impresionante avance tecnológico, expertos independientes dicen que en realidad no son lobos terribles”, señala un artículo de la BBC.

Genetistas comunicaron que se trata de lobos grises modificados genéticamente y que existen “importantes diferencias biológicas entre el lobo de la portada de ‘Time’ y el lobo de las nieves que deambulaba y cazaba durante la última glaciación”. Por su lado, la revista “National Geographic” aclaró que estaríamos viendo una “reconstrucción genética más que la clonación”.

Si bien se trata de grandes resultados respecto de la genética animal, los lobos símbolo de la Casa Stark permanecerán en el mito.

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