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El resurgimiento de las tendencias de moda de antaño trajo consigo un calzado que poco a poco pasó de ser odiado y criticado a ser secretamente amado. Hablamos de las famosas sandalias de cuña que este verano se convertirán en las favoritas de muchas. En una versión mucho más estilizada, cómoda y hasta bonita, el famoso taco cuña regresa renovado como el icónico ‘tacón virgule’, un silueta que ya empezó a conquistar pasarelas y tiendas de las capitales más importantes del mundo de la moda.
Similar a las alpargatas, estas nuevas sandalias fueron propuestas en las últimas pasarelas de la temporada a través de una fórmula de lo más cómoda y creativa, pues se distingue por tener un taco cuña retraído. En lugar de una caída en línea recta, el tacón virgule forma una curva sinuosa que estiliza y añade más sensualidad a la silueta del pie.
Entre las firmas de lujo que apostaron por el tacón virgule están Bottega Veneta, con mules; Marni, con cómodas plataformas de corte geométrico; y N”21, con tacón transparente en sintonía con llamativas sandalias en colores intensos. Una fórmula que toma como base de inspiración a las clásicas sandalias de corcho de los años 40 y las futuristas de vinilo de los años 2000 para proponer nuevas creaciones a tono con las tendencias de la temporada.
Origen del tacón virgule, la nueva versión del tacón cuña
Los primeros indicios de esta particular silueta se remontan a la Francia del siglo XVIII, donde el tacón Luis XV marcó un punto en la historia de la moda. Su clásica silueta curvilínea marcó una tendencia, pero no fue hasta muchos siglos después, en los años 60, que empezó a hacerse un nombre propio. En 1963, el icónico diseñador francés Roger Vivier, creador de los stilettos de tacón aguja, presentó un nuevo calzado con un tacón cóncavo hacia afuera que tomó de inspiración la silueta del signo de puntuación de la coma. Bajo este concepto, se creó el tacón virgule (término francés de la coma), uno que fue recibido por los brazos abiertos de Dior que en 1962 ya había apostado por un calzado destalonado y que años después seguiría siendo objeto de experimentación hasta llegar a manos de Maria Grazia Chiuri, actual directora creativa que lo actualizó con el famoso slingback con el logo de la firma.
Así, otras marcas de lujo se sumaron a la ola de furor por el tacón virgule. En el 2012, donde la moda entró en un alocada fase de experimentación, Alexander McQueen introdujo esta silueta que se erigía como una pezuña con esquina, una apuesta que vuelve a resurgir tanto en las pasarelas como en tiendas retail como Zara.
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