La Escuela Nacional Superior Autónoma de Bellas Artes del Perú (ENSABAP), fue fundada como la primera escuela nacional de artes plásticas en el país, bajo el Gobierno del Presidente José Pardo y Barreda. [Foto: Archivo]
La Escuela Nacional Superior Autónoma de Bellas Artes del Perú (ENSABAP), fue fundada como la primera escuela nacional de artes plásticas en el país, bajo el Gobierno del Presidente José Pardo y Barreda. [Foto: Archivo]


Por Carlos Valdez Espinoza

La Escuela Nacional Superior Autónoma de Bellas Artes se fundó en setiembre de 1918. Era la etapa posterior a la Guerra con Chile y la autoestima de nuestro país estaba aún en reconstrucción. Había que reforzar la idea de Estado-nación y valerse de todas las herramientas posibles para ello. Así nació Bellas Artes, con la orden expresa del presidente Pardo de apostar por la creación de una plástica que hable del Perú. Daniel Hernández Morillo, artista peruano que triunfaba en Europa, fue su primer director.

En la escuela surgió un movimiento academicista; apareció el arte indigenista, que se desarrollaba en paralelo a las ideas sociales y políticas de Mariátegui y Arguedas. Luego abrió sus puertas a las corrientes artísticas que estaban en boga en el resto del mundo, como el surrealismo o el expresionismo. Sin embargo, Bellas Artes vio truncado su desarrollo con las dictaduras de Velasco y Morales Bermúdez, que intervinieron la escuela. La libertad estética que se había ganado se perdió, pues se impuso la idea de que las vanguardias eran contraproducentes para el desarrollo de una estética nacional. Esto, lamentablemente, sucedió en la época en la que se daba a conocer la “generación de oro” de la escuela (integrada por Tilsa Tsuchiya, Alberto Quintanilla, Gerardo Chávez, entre otros).

Eso generó una larga crisis con la que seguimos batallando. Ahora, al cumplir nuestros primeros cien años, estamos trabajando fuerte para salir de ella. Bellas Artes siempre ha formado artistas comprometidos, desde su trabajo, con el contexto político y social del país, haciendo de la creación un vehículo democrático. En estos cien años reafirmamos la responsabilidad inicial de contribuir con la formación de la idea de una patria libre y soberana.

Contenido sugerido

Contenido GEC