
La escena gastronómica de Nueva York ha sido testigo de la evolución de la cocina peruana moderna desde hace algunos años y con la llegada de Papa San, el nuevo restaurante del grupo Llama (famosos por el premiado Llama Inn), se consolida aún más. Este ambicioso proyecto, que combina la esencia de la cocina nikkei con una propuesta moderna y accesible, busca conquistar a un público diverso en una de las ciudades más exigentes del mundo.
El Grupo Llama sigue redefiniendo la cocina peruana en el extranjero. En solo dos semanas desde su apertura, el restaurante ya ha captado la atención de los amantes de la buena comida peruana en nuevas versiones, sellando un nuevo camino en el crecimiento de la gastronomía peruana a nivel internacional.

Papa San está diseñado para satisfacer las demandas de un público amplio, como turistas, residentes y peruanos que buscan una experiencia culinaria diferente. Con un local espacioso y una capacidad para más de 130 personas, el restaurante busca mantener un buen nivel no solo en cocina, sino también en atención y espacio.
Un concepto nikkei reinventado
Papa San ofrece una experiencia gastronómica inspirada en la cocina nikkei, con una carta que prioriza la reinvención de la comida peruana. Su propuesta se enfoca en sabores intensos y platos accesibles, diseñados para compartir y disfrutar. “Queríamos una carta inclusiva, algo que todos puedan disfrutar sin que resulte abrumador”, explica Erik Ramirez, chef creativo, en diálogo con “Provecho” de “El Comercio”.
Entre los platos más destacados de Papa San están los makis peruanos, que reinterpretan la tradición japonesa con ingredientes que darán explosiones de sabor. Además, la “pizza de anguila”, una fusión inesperada con una pequeña base de la cultura neoyorquina, ha captado la atención de los comensales, convirtiéndose en un éxito desde su apertura según Erik Ramírez, chef creativo en Papa San, y Juan Correa, socio gerente.


Otro de los platos más destacados es el ceviche de bonito con arroz, descrito por el equipo como un “maki invertido”, una interpretación inesperada que resuena tanto con el público conocedor de la cocina nikkei como con aquellos que buscan nuevas sensaciones en el paladar. También sobresale un postre innovador, el arroz con leche cubierto con kakigori de chicha morada, una combinación que sorprende a los peruanos que inicialmente no la reconocen, pero que al probarla la identifican como un “combinado” tradicional de los postres peruanos.

La propuesta de bebidas de Papa San también juega un papel clave en su identidad. En colaboración con el reconocido bar Tres Monos de Buenos Aires, han desarrollado una coctelería basada en ingredientes latinoamericanos con influencias japonesas. La tendencia de bebidas con menor contenido alcohólico también ha sido considerada, adaptándose a los nuevos hábitos de consumo del público de la zona.

Retos y ambiciones
El equipo de Papa San también enfrenta retos significativos en su búsqueda por consolidar un concepto de cocina peruana moderna en el extranjero. Según comenta Juan, la gastronomía peruana en Estados Unidos está “estancada”, con pocos restaurantes dispuestos a arriesgarse y con un público que a menudo busca versiones clásicas como el lomo saltado y el ceviche tradicional. En contraste, en Perú, la evolución gastronómica es más dinámica y experimental.
A pesar de estos desafíos, el público neoyorquino ha mostrado una mayor disposición a explorar nuevas interpretaciones de la cocina peruana como lo demuestra la buena recepción a Papa San. En palabras de Erik, “el comensal de Nueva York prueba todo: tripa, corazón, hígado; están dispuestos a explorar”. El comensal peruano suele ser más crítico y aficionado a los sabores y presentaciones tradicionales.

El diseño de Papa San es una extensión de su filosofía culinaria, presentando una fusión entre lo tradicional y lo moderno. Inspirado en el concepto de “hacienda urbana”, el restaurante incorpora elementos en su decoración como textiles peruanos, madera, cemento y una distribución pensada para la interacción entre comensales. “Queríamos que el espacio reflejara la evolución de nuestra identidad, sin caer en clichés”, señala Correa.

Más allá de los retos, Papa San representa una visión fresca y audaz de la cocina peruana en el extranjero. Más que cocinar para peruanos, el objetivo del equipo es introducir la gastronomía peruana a un público más grande de una manera accesible y llena de sabores nuevos y a la vez conocidos. Con cada plato, Papa San sigue demostrando que la cocina peruana tiene mucho más que ofrecer más allá de sus clásicos, llevando su esencia a nuevas formas y reversiones de la gastronomía peruana en la ciudad que nunca duerme.
Dirección: 501 W 34th St., Nueva York, Estados Unidos
Horario de almuerzo: Lunes a viernes de 11:30 a.m. - 2:30 p.m.
Hora feliz: Lunes a viernes de 3 p.m. a 6 p.m.
Horario de cena: Domingo a miércoles de 5 p.m. a 10 p.m./ Jueves a sábado de 5 p.m. a 10:30 p.m.
Bar: 11:30 p.m. - cierre
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