
Resulta difícil leer un cartel que anuncia helados hechos a base de quinua y no sentir una inmediata curiosidad. ¿Qué sabor tiene un helado hecho con este superalimento peruano? Quien prueba los helados de Yipis, la marca puneña que tiene a la quinua y otros granos andinos como ingredientes estrella de sus preparaciones, se sorprende con la textura tan particular que le da a la mezcla y con lo flexible y poco intrusivo que su sabor resulta al combinarse con el de las frutas.
“A la gente le gustan las cosas novedosas, por eso siempre estamos haciendo cosas diferentes”, explica Roger Choque, gerente general de la marca que consiguió notoriedad en ferias como Mistura y Perú Mucho Gusto y que hoy busca que su propuesta continúe llegando a más lugares del país.
¿Su carta principal? Apostar por lo orgánico y el respeto al producto que va desde la selección de los granos hasta el trato directo con productores de fruta de la mejor calidad en el país.
El viaje de la quinua
Aunque actualmente no hay necesidad de entrar en detalles sobre todas las propiedades de la quinua, hace tan solo unos años no era un producto con protagonismo en las mesas del mundo y quienes la cultivaban tenían que ingeniárselas para salir adelante.

En la comunidad campesina de Huerta Huaraya, donde se marcan los inicios de Yipis, Roger Choque recuerda cómo su familia fue evolucionando en el comercio de quinua a la par que crecía el interés por este grano. Sus padres la comercializaban en hojuelas, luego su madre comenzó a venderlas en Lima y, cuando él se formó en ingeniería alimentaria, se lanzaron a transformarla en quinua pop, barras energéticas, harinas instantáneas, galletas y demás.
“Esto fue hace 15 años, cuando nadie daba nada por la quinua. Mi madre llevó las hojuelas de quinua, nuestro primer producto procesado, a Lima y abrió las puertas para nosotros en el comercio”, cuenta el productor y empresario, quien decidió independizarse y emprender su propio negocio tras casarse.

Un helado llamativo
El nombre de Yipis nació de la combinación de las primeras letras de Yina, el nombre de la esposa de Roger, y Pío, el segundo nombre del empresario. Juntos comenzaron a idear su marca. Inspirados en una técnica que se usa en la zona aymara de Puno, idearon la propuesta de sus helados de quinua hechos de manera eco amigable.
En la zona sur de Puno, es tradicional hacer helados usando un rodillo de calamina soldado con estaño, sin necesidad de electricidad. “Tuvimos la idea de trasladar este rodillo y acoplarlo a nuestra quinua”, relata Roger sobre los inicios de la marca. “Con el dinero que nos regalaron amigos y familiares por nuestra boda, invertimos en nuestro rodillo, lo hicimos con acero inoxidable y lo llevamos a Lima”, añade.
Su debut en la capital fue hace ya una década, un 18 de enero para mayor precisión, cuando por el Aniversario de Lima, Yina y Roger decidieron salir a la Plaza San Martín con su flamante rodillo a intentar conquistar a los comensales con su producto.

“Con mi esposa siempre nos acordamos del inicio de Yipis peleando y discutiendo, porque salimos sin saber muy bien el funcionamiento del rodillo”, cuenta hoy entre risas Roger, quien ya dominaba la técnica cuando, en un festival de la quinua organizado con Agroferias Campesinas, llamó la atención de un promotor de Mistura, quien le propuso ser parte del evento. Ese fue su gran salto en el mercado.
Preparados para las oportunidades
Roger recuerda que para participar en la feria les pidieron tener más sabores caseros y por ello optó por capacitarse en un curso de heladería que ofrecía la Universidad Agraria. Con más sabores para ofrecer, Yina y Roger pidieron un préstamo de más de 5 mil soles para poder cubrir todos los costos que implicaría su debut en Mistura.
“El primer día vendimos 70 soles y nos preguntamos y ahora cómo recuperamos para pagar lo que prestamos. Pero gracias a una nota que nos hicieron en un noticiero destacando nuestros helados de quinua, coca y tocosh, al día siguiente por la tarde teníamos colas inmensas. Tuvimos un inicio decepcionante con un final agradable”, resume Roger sobre su experiencia en la feria en la que participaron por cuatro años y de la que, hoy destaca, generaron alianzas duraderas entre productores.
Volver a empezar
Tras su éxito en ferias, comenzaron a crecer. En el 2018 abrieron su primer local en Lima y en Puno estaban en un lugar estratégicamente céntrico, pero la pandemia cambió los planes. Se fueron de Lima, cerraron en Puno durante un año y medio.
"Empezar desde cero aunque sea en tu pueblo es complicado: hay que dar a conocer el producto hasta que se familiaricen con él".
Roger Choque | Fundador de Yipis
Cuando reabrieron, se mudaron a una calle mucho menos céntrica, pero los clientes que habían hecho los buscaron y empezaron a volver a llenar el salón. “Estamos muy contentos con lo que hicimos: fusionar nuestros granos andinos con los helados. Y nuestros clientes nos premian con su presencia. En Puno, la tienda para llena, sobre todo los fines de semana”, relata Roger, que recuerda cómo esa fidelidad tomó trabajo, pues así sea con sus paisanos, sabe que cuando se trata de comida, es difícil darle en la yema del gusto a todos.
“Allá en Puno se le ponía fudge y caramelo al helado, nosotros rompimos con eso. Para nuestros helados seleccionamos la mejor fruta y no nos parecía meterle un caramelo encima. Tuvo que pasar un tiempo para que la gente entendiera eso”, explica el dueño de Yipis.
Nuevas tiendas y sabores
Desde junio del 2024, Yipis también se encuentra en el patio gastronómico de Mercado del Sol, en Cusco, donde han tenido gran concurrencia, con ayuda de su famoso vecino. “Tuvimos la suerte de que llegó Waldir Maqque con su restaurante y está al frente nuestro. Con su influencia, él llenó el local y nos está yendo bien en Cusco”, cuenta Roger Choque.

Este 2025, su apuesta va fuerte hacía las paletas y por ello tienen sabores que fusionan frutas: maracumango, arándanos con jamaica, limón con hierbabuena, piña con naranja, entre otros. “Son combinaciones que no van a encontrar en otros lados”, explica el empresario.
“También tenemos paletas de quinua en salsa de arándanos y cañihua con chocolate blanco relleno. Hacemos cosas diferentes para que la gente piense en nosotros como una marca que siempre innova. Otra ventaja de nosotros es que estamos en todo momento interactuamos con el público y recibimos directamente sus apreciaciones o sugerencias de mejora”, destaca.
Aunque de momento no tienen una tienda en Lima, se les puede encontrar en Lince y Los Olivos, donde poco a poco buscan animar a los comensales a arriesgarse por sabores diferentes. “En Cusco gustan mucho de los helados de quinua, en Puno también y se compra mucho el sabor de cañihua. En Lima todavía son más tradicionales y van por una lúcuma, una maracuyá o una fresa”, comenta Roger Choque. Sin duda este verano 2025 es una buena oportunidad para animarse a arriesgar por otros sabores, y alternativas no faltan en Yipis.
Puno: Jr. Andahuaylas 274, Bellavista.
Cusco: Av. Garcilaso 150. En el Mercado del sol. Frente al correo.
Lima: Av. Santa Elvira #6000, Los Olivos/ Jr. Francisco Masías 2602, Lince ( Agrotiendas Campesinas).
Huaraz: Av. Antonio Raimondi #800.
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