El encanto de Chilca

Muchas cosas han cambiado en Chilca con el devenir del tiempo. Hace 50 años eran sus lagunas (Encantada, Mellicera y Milagrosa) las que atraían a visitantes ávidos de recuperar la salud con el infaltable baño de barro. 

Luego la atención por esta comarca cambió radicalmente. El ufólogo Sixto Paz y una legión de seguidores aseguraron que era un punto de encuentro con naves extraterrestres. Incluso existe un museo que recoge vestigios cósmicos de épocas prehispánicas. Siguiendo esa onda, asomaron, a esa altura de la Panamericana, los ahora célebres helados Ovni. 

Pero, por supuesto, el soberano absoluto de Chilca es el higo. El fruto, que se exporta a Canadá, ha servido para que mucha gente mejore su posición social. Adolfo Modesto (72) recuerda haber cosechado higos desde los cuatro años. Ahora tiene 600 higueras y todos sus hijos estudian en la universidad. 

El antiguo hombre de Chilca se adaptó –hace 6 mil años– a su medio con ingenio. Según el arqueólogo suizo Frederic Engel, los primeros agricultores hicieron grandes hoyos en el desierto para superar la ausencia de agua. Lo que les permitió llegar a la capa freática y sembrar camote, zapallo, calabaza, pallar y lúcuma. El higo llegó después, pero dicen que su particular sabor se debe a estas chacras hundidas. 

Chilca dispone de tres playas: la extensa San Pedro, la deliciosa caleta de Ñave y Yaya, especialmente hermosa bajo un morro que le da carácter. A pocos metros de la orilla del mar de San Pedro, se estira Libro de Aventuras, un humedal glorioso, limpio y con mucha fauna alada. 

Los datos
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• Dónde dormir: Hotel Benvenuto, desde S/ 40 (Facebook Hotel Benvenuto). Hotel Descanso del Rey, desde S/ 80 (Facebook Hotel Descanso del Rey).
  
  
• Dónde comer: La Tía Jacinta (carapulcra, sopa seca), Heladería Fortunello (lúcuma, sandía, piña).
  
  
• Cómo llegar: Km 64 de la Panamericana Sur. Transporte público: Soyuz (S/ 7, paradero Circunvalación).
  
  
• Contacto: Ángela Trigueros. T. 98660-1960