BEIJING. China empezó a buscar señales de estrellas y galaxias lejanas, así como de posibles indicios de vida extraterrestre, un proyecto que demuestra las crecientes ambiciones astronómicas del país asiático y su búsqueda de prestigio científico internacional.
El radiotelescopio, de 500 metros de diámetro, se encuentra en una cuenca natural, dentro de un paisaje frondoso en la provincia china de Guizhou. Su construcción tomó cinco años y un costo de 180 millones de dólares. Su tamaño supera al del Observatorio Arecibo en Puerto Rico, que mide 300 metros.
Cientos de astrónomos y aficionados asistieron a la apertura de este gigantesco instrumento, llamado Telescopio de Apertura Esférica de Quinientos Metros (FAST por sus siglas en inglés).
Investigadores citados por medios estatales explicaron que el FAST buscará ondas gravitacionales, detectará emisiones de radio procedentes de estrellas y galaxias, y que estará atento a indicios de vida extraterrestre inteligente.
"El objetivo final del FAST es descubrir las leyes del desarrollo del universo", declaró a la emisora estatal CCTV Qian Lei, un investigador asociado de los observatorios astronómicos nacionales de la Academia China de Ciencias.
"En teoría, si hay una civilización en el espacio exterior, la señal de radio que envíe será similar a la señal que podemos recibir cuando un pulsar (una estrella de neutrones giratoria) se aproxima a nosotros", dijo Qian.
La instalación de la estructura de 4.450 paneles se inició en el 2011 y se terminó en julio de este año.
El radiotelescopio requiere un silencio de señales de radio en un radio de cinco kilómetros, lo que obligó a la reubicación de más de 8.000 personas de sus hogares en ocho aldeas, según medios estatales.
Informes difundidos en agosto dijeron que los aldeanos serían compensados con dinero en efectivo o casas nuevas gracias a un presupuesto de unos 269 millones de dólares de un fondo de ayuda contra la pobreza y préstamos bancarios.
Fuente: AP