Gringo
Gringo
Sebastián Pimentel

Los hermanos Joel y Nash Edgerton son dos actores australianos que, hace ya un tiempo, se han abierto paso en Hollywood. Aunque, últimamente, son más conocidos como realizadores. De Joel –el menor– se vio en Lima, hace unos años, la estupenda “El regalo” (2015). Se trató de un que actualizaba con innegable talento el estilo hictchcockiano de contar historias misteriosas y siniestras. Ahora comentamos “Gringo, se busca vivo o muerto”, el primer largo dirigido por Nash.

Esta es una mezcla de policial de explotación y comedia sucia. Combinación que fue consagrada por todo lo alto por las primeras películas de Quentin Tarantino como “Perros del depósito” (1992) o “Pulp Fiction”. En el libreto de “Gringo” participó Mathhew Stone, conocido por “El amor cuesta caro” (2003), de los hermanos Ethan y Joel Coen.

El punto de partida: Harold Soyinca (David Oyelowo), inmigrante nigeriano que ha logrado ser ejecutivo de una compañía farmacéutica norteamericana, es destacado a México. Allí es donde la empresa tiene sus laboratorios –en EE.UU. sería ilegal elaborar y comercializar un peculiar producto derivado de la marihuana– y deberá rescindir ciertos arreglos comerciales que involucran a un poderoso narcotraficante. Poco a poco, Harold descubre la trampa a la que lo han llevado sus jefes, la pareja de amantes que interpretan Charlize Theron y Joel Edgerton.

Hay varios elementos a destacar en este ‘neo noir’. Uno de ellos es el protagonismo de Oyelowo, a quien se le ha visto en películas de reivindicación de derechos de la comunidad afroamericana, como “Selma” (2014). No es tan casual que aquí, en su rol de ejecutivo ejemplar del sistema corporativo, también sea víctima de un grupo de hombres blancos. Oyelowo, además, destaca con una presencia llena de matices, multifacética, y con un dominio de la comedia que no se vislumbraba en sus anteriores trabajos.

De hecho, hay un espíritu irreverente en este relato de Nash Edgerton. En efecto, deudor de Tarantino, con sus pistoletazos que se escapan por accidente en pleno secuestro en automóvil, y diálogos algo enloquecidos puestos en boca de delincuentes de poca monta que terminan por ser entrañables. Pero también se desmarca con su punzante costado social, que se trasluce con frescura, como un permanente subtexto donde la perfidia de los gánsteres mexicanos se iguala a la de las compañías farmacéuticas estadounidenses.

Entre los problemas del filme, son notorios los que tienen que ver con las diferentes líneas argumentales. Si bien en una cinta como esta las historias suelen enredarse hasta un grado en que se hacen difíciles de seguir, en este caso la mayoría de los personajes quedan a la deriva. Por ejemplo, se hacen extrañas las participaciones como la de Paris Jackson –quien luego no volverá a aparecer– en los primeros minutos, y su asociación con la pareja compuesta por Amanda Seyfried y Harry Treadaway, cuya presencia en el filme también pudo omitirse.

“Gringo” es en realidad un ensayo de estilo tarantinesco que tiene mucho a su favor: una dirección de cámaras que evita las florituras visuales, más un elenco formidable. Sin embargo, el director no ha sabido equilibrar y depurar sus recursos. Salvo el nigeriano Harold –traicionado vilmente por los “gringos” que interpretan Theron y Edgerton–, los demás personajes se sienten algo desperdiciados. Hacia el final, la cinta deja muchas líneas argumentales sueltas, como la que involucra precisamente a Theron, cuya magnética y despiadada ‘femme fatale’ mereció un protagonismo mayor.

AL DETALLE

Título original: “Gringo”.
Calificación: 2/5
Género: crimen, comedia, acción.
Países y año: Australia y EE.UU., 2018.
Director: Nash Edgerton.
Actores: David Oyelowo, Joel Edgerton, Charlize Theron, Thandie Newton.

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