Todo es más que un simple detalle en el universo del diseñador peruano Amaro Casanova. Una silueta, las texturas, los encajes, e incluso, un doblez, son elementos que pueden darle ese factor mágico a un vestido de novia. Bajo esa premisa, los excepcionales trajes nupciales volvieron a lucirse en pasarelas luego de dos largos años. Como parte de la segunda fecha del desfile Boutique Moda Perú, los invitados pudieron reconectar con la celebración y el festejo gracias a los singulares looks presentados.
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Sin duda, el 2022 tiene un sentido especial para Amaro Casanova y su firma homónima. Este año, el vibrante diseñador peruano cumple dos décadas trabajando en la industria y destaca su amor por el desarrollo de vestidos de novia mientras confiesa que probablemente sea uno de sus proyectos favoritos para trabajar. “Esta colección nos ha permitido reencontrarnos con lo que más nos gusta, a reencontrarnos con la celebración, con la posibilidad de compartir y ser testigos junto a la gente con la que trabajamos, siempre acompañándolos en sus momentos felices”, cuenta emocionado. “Un vestido de novia representa una experiencia sumamente importante de emoción y celebración que nos permite desarrollar un vínculo único con todos los involucrados”.
Y es que cada novia es un mundo completamente distinto. Casanova detalla que trabajar en estos tipos de vestidos es sinónimo de pensar estrictamente en la mujer que está a punto de casarse y en lo que representa para ella ese momento único. “Lo más importante es que lo pasemos bien en el proceso de diseño. Hoy, después de darle muchas vueltas al tema, hemos llegado a la conclusión que el estilo de nuestra firma se puede definir como bailable”, comenta entre risas.
En la tarde de este viernes, al ritmo de una contagiosa melodía latina, los atuendos blancos dieron inicio al evento. El diseño que abrió la pasarela adelantó el concepto de la colección y el sello personal del creativo peruano para su esperado regreso. “Creo que el elemento determinante en mi trabajo es que soy flexible. Por supuesto que tengo una idea clara de lo que me gusta y todo pasará por mi filtro pero lo más importante es pensar en la novia”, señala en referencia a los materiales y estilismos definidos para la colección ‘Reencuentro’. Así fue que las modelos iban luciendo propuestas realmente variadas. Desde románticas siluetas acompañadas de capas vaporosas, audaces conjuntos de dos piezas, hasta sutiles encajes y aplicaciones de plumas y pedrería. Definitivamente, la apuesta por la elegancia fusionada con una buena dosis de celebración cautivó todas las miradas.
El blanco puro y los tonos nacarados mantuvieron la armonía en la pasarela. Si apuntamos a la presencia de tendencias, está claro que el volumen y las dimensiones han sido fuente de inspiración para el trabajo del modisto peruano. En esa línea, se apreció el uso de volantes, plisados, construcciones textiles de estilo geométrico y ornamentos como sobrecapas totales y parciales. Respecto a los tejidos, la apuesta de diseño también destacó por la diversidad. Casanova recurrió a la clásica seda y organza para determinadas piezas, sumando a ello textiles más consistentes como el algodón, el ‘tweed’ y el brocado.
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