Claudia Ugarteche

Hace unos años alguien me dijo: “Todos somos atletas, Claudia; al menos, todos hemos nacido para serlo”. Cuando me enteré de esta gran noticia, tenía varios años de hacer de manera constante. Podríamos decir que ya era un estilo de vida, pero siempre había escogido hacer las cosas de las cuales yo me creía capaz, iba por lo seguro.

MIRA TAMBIÉN: Pesca deportiva: dónde practicar esta actividad recreativa y los pasos a tener en cuenta para sumergirnos en este mundo

Los de mi generación coincidirán conmigo en que la idea de hacer deporte —hace no muchos años— estaba completamente centrada en objetivos relacionados al peso. Comer sano era una mezcla entre la dieta de la sopa y el helado de vainilla light de una marca local (¿qué fue de esos helados?)

Seamos honestos: si muchos de nosotros hemos sido capaces de cambiar, de quedarnos bailando en la discoteca Café del Mar hasta las 9 a.m. para hacer deporte en los malecones de Miraflores a las 6 a.m. en tan solo unos cuantos años, ¡entonces, somos capaces de lograr cualquier cosa!

Para que te hagas una idea: yo pasé de tomar clases de baile de 45 minutos en el gimnasio, a correr la maratón de Nueva York. Ese es el resumen más corto que puedo hacer de mi vida deportiva.

Vengo aquí a decirles que todo es posible y lo es porque todos tenemos cuerpo, y el cuerpo quiere moverse. Lo que es más importante aún: todos tenemos una semilla de perseverancia y pasión que nos mueve, que nos comienza a hablar en voz baja, para después gritarnos: ¡dame más! Para mí la tristeza absoluta es silenciar esa voz, matar la ilusión. Apagar nuestra luz.

Banner Event Special

Yo fui feliz bailando en discotecas a los veinte años, pero definitivamente fui más feliz parada en la partida de la maratón de Nueva York o cuando me volví KO trainer. Fui feliz superando un reto tras otro, viendo mi cuerpo cambiar, adaptarse. Fui feliz viéndome hacer cosas que nunca creí posibles, esas que me repetía a mí misma mil veces que no eran para mí, que eran para los “atletas”.

El deporte es eso: la posibilidad de ver tus sueños hechos realidad. La sonrisa en tu cara cuando descubriste que sí podías. Una sonrisa que te deja doliendo los cachetes.

El deporte somos todos: gritando, retándonos, compitiendo, sorprendiéndonos. El deporte somos todos siendo lo que inevitablemente somos: atletas. //

Contenido Sugerido

Contenido GEC